Poema de Consuelo Tomas transformado en cuento de terror

En el taller Seducción de las Palabras, me asignaron una tarea que consistía en leer un poema de la autora Consuelo Tomas y transformarlo en un cuento de terror. El poema se refiere a la visión que tiene una niña frente al plato de sopa que le han servido. 


A continuación el cuento:


La niña esperaba impaciente que le sirvieran la cena, era tarde y la comida anterior había sido poca e insípida.

Miraba a su alrededor para cerciorarse del estado de ánimo de sus compañeras y las observaba un poco extrañas. ¿Realmente estaban extrañas o es que acaso tenía muchas horas sin observarlas detenidamente?. La verdad es que las notaba con una pasividad e indiferencia que no era común en ellas.

Se dio cuenta que el silencio le golpeaba los oídos y la blanquecina oscuridad en derredor empezaba a producir sombras desconocidas. Un poco incómoda, dejó de mirar y bajó la cabeza.

Sentada frente al plato vacío con aquel baile doloroso en las entrañas y un desbordamiento en los latidos de su corazón, escuchó el chirrido de la puerta y vio entrar en el comedor a la empleada del orfanato. Traía un caldero humeante, que le causó  decepción ya que podía intuir que de nuevo la cena sería una sopa.

Observó la cara de la empleada, entendiendo el porqué siempre le causaba desagrado, tenía las líneas de expresión concentradas en el entrecejo, la frente y la comisura de los labios. Eran muy profundas y por ello quizás producían una coloración azulada en sus bordes, parecía una bruja que se había metido allí para darles brebajes venenosos.

¿Y si fuera realmente una bruja?, ¿Y si las otras niñas no lo habían notado y habían probado algún brebaje?, esa podía ser la razón del raro estado en el cual se encontraban. Quizás faltaba alguna y no lo había notado, mejor las contaba para de esa forma asegurarse que estaban todas. Se dio cuenta que ya no tenía hambre, solo sentía deseos de salir corriendo de allí y sin embargo parecía estar pegada a la silla, inmóvil y vigilante.

La bruja encubierta servía sospechosamente la sopa con una sonrisa que le pareció  un poco malévola, evitó hacer contacto visual con ella pero escuchaba en alto decibel el ruido que hacía el líquido al caer dentro del plato como si tuviese una corneta pegada a los oídos. De manera nítida y estereofónica podía escuchar el sonido que hacían sus compañeras al sorber la sopa.

Sudaba copiosamente sin dejar de observar con disimulo. Finalmente le llegó su turno y vio como el líquido con figuritas y algunas masitas blancas de textura blanda iban cayendo en forma desordenada y muy lentamente en el plato.

Parecía que estaba transcurriendo una eternidad mientras aquel líquido caída lenta y rítmicamente. Su aspecto era similar al de siempre, sin embargo, al poco rato vio un fantasma caer dentro de su plato. Tomaba formas y hacía figuras extrañas; parecía reírse de la misma forma que la bruja encubierta.

Cuchara en mano, no sabía si aturdir al fantasma con el riesgo de tirar parte del líquido y ser castigada o, esperar a que se ahogara. Mientras ese rato eterno transcurría; las otras niñas se tomaron la sopa y la bruja no le quitaba la vista de encima, esperaba que ella probara la suya. No podía acercarse la cuchara a la boca porque estaba paralizada del miedo. La bruja se le acercaba más y el fantasma salía de su sopa cuando de pronto, de un salto brusco se despertó.

abril 2018

anama@elalmanotienegenero.com

Comentarios

Margara

12.06.2018 17:06

Pobre niña...

...no he leido el poema original, pero tu version de terror, esta genial, ya que me guste el suspenso

Ana

Gracias Margara. Ha sido un intento, me alegra que ta haya gustado

12.06.2018 17:18

Carlos

13.05.2018 00:12

Jajaja...me alegra ver este texto en tu blog...cuidado con las sopas hechizadas.

Ana

25.05.2018 18:03

Gracias profesor.
Trataré de evitarlas, jajaja

José Luis Gomez

11.05.2018 20:51

Buen ensayo, para ti no fue difícil, yo recuerdo que en tu casa uno podía leer suplementos de terror de “Él Monje Loco” jajaja

Ana

25.05.2018 18:05

Cierto, una locura!, aquellas historias eran terribles. Cabe preguntarse cómo era que no sufríamos pesadillas?, jajajaja

Comentarios recientes

05.11 | 18:28

Buenas tardes, encantado de saludarte. Soy Jose
Quería escribirte porque me ha parecido interesante comentar contigo la posibilidad de que tu negocio aparezca cada mes en periódicos digitales como not

20.10 | 16:28

Un besote amiga!

20.10 | 08:04

Cómo describes a “tu Mimina” me transporta a esa pared para recordar a la mía, a quien adore, con la única diferencia que yo no pude separarme del muro.
Bello y emotivo relato.

06.10 | 21:22

Mi querida Venusita, muchas gracias por leerlo y escribirme. Muchos cariños 😘

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