SI CREES QUE ESTÁS SOLA, VE TU SOMBRA: ESTÁS CONTIGO MISMA

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Las personas mágicas

Hay días que uno se siente especialmente sensible y le parece que hace más ruido el silencio y es más evidente la ausencia de noticias. Se puede tocar el vacío aunque a donde quiera que uno mire puede encontrar espacios llenos de materia y es precisamente en ese momento cuando, para evitar la entropía, aparecen los inmateriales pensamientos que nacen prolíficamente de la materia. Entran en acción llevándote de la emoción a la reflexión.

Y, debe, mejor dicho, utilizarse el plural y decir reflexiones, porque es un extenso terreno el que habrás de sondear. Las emociones son tan geniales que pueden incluso engañar a la razón y en consecuencia conducir las reflexiones a esos lugares donde ellas son más sagaces y no necesariamente acertadas, volviéndonos a llevar al silencio y a la oscuridad de la sensiblería.

Lo cierto es que de esas reflexiones se pueden extraer aquellas que siempre colaboran con nosotros por la enorme carga emocional positiva que tienen. Una de ellas es el reconocer a todas las personas mágicas que hemos encontrado en nuestro camino, esas que sin pedírselo, a veces sin conocerte, te han dejado una marca trascendente con sus acciones, enseñándote que no estás solo y siempre hay una mano que te ayuda. Recordarlas te ayuda a revisarte porque el mejor amigo, motivo de orgullo y fuente de humildad está dentro de ti, si no eres consciente del inmenso poder curativo que tienes al verte objetivamente y corregirte, estás desperdiciando una de las experiencias que producen mayor felicidad.

En ese proceso, recordé: al ortodoncista de mi hijo que no quiso cobrarme su trabajo cuando supo que había enviudado; al encuentro con un ex compañero de trabajo que sabiéndome desempleada y sin que se lo pidiera, no descansó hasta que me encontró un trabajo; aquel muchacho a quien le choqué el coche y dejó que fuese a atender la emergencia que me llevaba apurada y se conformó con una tarjeta de presentación y la promesa de que iba a cubrirle los gastos; a muchas personas anónimas que en varias ocasiones me facilitaron unas monedas para hacer una llamada urgente o tomar el transporte; a mi compañera de trabajo que muchos mediodías sabiendo que no podría pagarle me invitó a almorzar cuando apenas empezaba en la empresa; a la señora del transporte de mis hijos que tomaba la iniciativa, cuando habían conflictos y suspendían las clases, de ir a recogerlos fuera de su horario de trabajo; a mis amigas que en un momento de desaliento me hicieron repetir un rezo y amarrar una servilleta de tela; al cuidador de coches del restaurante que invita un almuerzo porque le has dado un número al azar y ha ganado con él un  cachito en la lotería…y es que, en efecto, se suceden con frecuencia muchas buenas acciones a nuestro alrededor. 

Es claro que las malas acciones también existen, son dolorosas y no tienen una causa que las justifique. Nos llenan de rabia y resentimiento por lo que actuamos injustamente incluso con nosotros mismos. Si llegas a ese punto de desorden emocional y comienzas con los lamentos y la autocompasión, debes parar un momento y comenzar a recordar a todas las personas, incluso esas anónimas, que en forma desinteresada te han ayudado. Verás como se va produciendo la magia que le da sentido a muchas cosas.

03/07/2018

anama@elalmanotienegenero.com

Comentarios recientes

05.11 | 18:28

Buenas tardes, encantado de saludarte. Soy Jose
Quería escribirte porque me ha parecido interesante comentar contigo la posibilidad de que tu negocio aparezca cada mes en periódicos digitales como not

20.10 | 16:28

Un besote amiga!

20.10 | 08:04

Cómo describes a “tu Mimina” me transporta a esa pared para recordar a la mía, a quien adore, con la única diferencia que yo no pude separarme del muro.
Bello y emotivo relato.

06.10 | 21:22

Mi querida Venusita, muchas gracias por leerlo y escribirme. Muchos cariños 😘

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